sábado, 26 de julio de 2008

El sonido del alba


......Después de mucho esperar y esperar, por fin había conseguido la información que buscaba desde hacia tanto tiempo. Es cierto que no tenia toda la información que hubiera deseado, pero sabia el día, cosa que para él, era mas que suficiente.

Había planeado toda la semana en torno a ese día, todo giraba al rededor del día señalado con una x en el calendario, había olvidado familia, amigos, deberes, incluso se había olvidado de si mismo, mientras preparaba todo para la gran ocasión.

Aquel día se levanto temprano, desayuno, limpio toda la casa, y se dispuso a esperar. Las horas pasaban y seguía sin el mas mínimo indicio de la llegada de aquella misteriosa visita. Las horas siguieron pasando una detrás de otra, pero todo continuaba igual, inmutable.

¿Qué habrá pasado?, ¿me habrán dado una información errónea?, estas y miles de preguntas mas rondaban su mente, pero todas carecían de respuesta satisfactoria. Con el paso del tiempo, el abatimiento se fue apoderando de él hasta no poder mas. La noche caía, pero la luna no saldría para iluminar su rostro. La mas impenetrable de las oscuridades se había instalado en su casa y en su corazón.

Los párpado pesaban cada vez mas, y él luchaba por mantener su vigilia de espera, el día indicado era ese, no podía ser otro, no podrían haberle engañado, no podrían........

Nada le había preparado para aquella situación. Su abatimiento era mayor que la ilusión con la que había despertado el día anterior, y no pudo por mas que rendirse al dictamen de Morfeo.

Paso la noche, y comenzó a entrar el día, las tinieblas se disiparon, el calor del sol comenzó a acariciar las pequeñas calles cercanas a la casa, calles desiertas a excepción de una figura furtiva que se acercaba a la puerta. La visita que tanto tiempo había estado esperando pasaría otra vez de largo, por que ésta no era la primera vez, aunque esto él no lo sabia.

La figura se paro delante de la puerta y espero inútilmente ser recibida como otras veces había pasado en el pasado, pero paso algo sorprendente, se acerco aun mas, y golpeo suavemente el picaporte. La puerta continuaba inmutable, y la figura volvió a golpear el picaporte, si cabe, mas suave aun, pero no hizo falta una tercera vez, la puerta se abrió y él, comprendió al fin........

viernes, 25 de julio de 2008

Hagan sus apuestas señores

Cuando miro hacia atrás en mi vida, y veo las cosas que me ha deparado, no puedo por mas que plantearme si este ha sido el camino correcto, si ha sido el camino elegido, o si ha sido el único camino que podía tomar. Miles de autores han escrito sobre esto, y muchas frases celebres se han pronunciado intentando definir lo que a bien, hemos decidido llamar destino.
Muchos autores han utilizado la metáfora de la partida de cartas, para hablar del destino, y poder de paso, darnos cierta capacidad de autonomía; el destino baraja nuestras cartas, pero nosotros somos los que jugamos la partida.
Es cierto que muchas veces me puedo ver así, jugando una gran partida contra mi mismo, en la que debo decidir cuando emplear mis cartas buenas, por que no siempre, una carta buena implica una victoria segura.
Pero hay otra visión del destino que me hace pensar aun mas, y es la que Jean de la Fontaine, escritor y poeta francés, propone: "A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo".
Muchas veces pienso que si hubiera sabido jugar bien alguna de mis cartas, ahora las cosas serian muy diferentes, si la vida dirá segundas oportunidades, las cosas serian de otra manera. Este pensamiento es comprensible, ya que es fácil tender a pensar, que tendríamos que haber hecho tal cosa para poder llegar a la siguiente parada de nuestra vida, mientras que es mas difícil pensar, que teníamos que dejar de hacer algo, o incluso que teniamos que fallar en nuestro intento de conseguir lo que queriamos, para poder estar donde estamos ahora, que es justo el momento y el lugar adecuado.
Creo que algún día, llegare a saber como se unían todos los puntos, y hacia donde, pero mientras, tendré que seguir debatiéndome entre apostar por la victoria en mi partida, o quizás, por mi derrota, aunque en todo caso, tendre que seguir jugando.

miércoles, 16 de julio de 2008

Where is my mind?

Cuando se junta tener que estudiar mucho, tener el animo revuelto, y encima estar solo en casa, uno empieza a volverse un poquito loco, pero solo un poco, je. Dicen que todos los genios tienen algo de locura, y no es que yo me este comparando con un genio ni mucho menos, pero yo aprovecho este pequeño transito al mundo irracional para desmarcarme un poco de mi actitud mas que racional ante la vida, y la verdad, es un descanso.
Mi actitud ante esta vida, siempre ha sido, es y sera una continua evaluación de los pros y contras de todas las acciones que realizo, un continuo estudio de las cosas que suceden a mi alrededor en busca de su sentido, y bueno, el caso es que tampoco me ha ido tan mal.
Pero siempre existen momentos, en los que esa racionalidad disminuye o incluso desaparece, esos momentos en los que dejas de ser tu para ser otro, pierdes perspectivas de las cosas, pero ganas intuición, es otro mundo, otra realidad, una realidad esta a la que me gusta escapar de vez en cuando, pero de la que no se muy bien como volver cuando estoy en ella.
El problema de esta nueva realidad, es que no se rige por los valores normales de causa-efecto, por lo que nuestra ecuación adquiere demasiadas incógnitas, y estas son difíciles de poder llegar a conocer bien.
Yo muchas veces me pregunto ¿quien soy de los dos? Soy mi yo racional, o ¿su alter ego?, si es por tiempo, esta claro que la razón puede más que el corazón, si es por intensidad, seria todo lo contrario, y no creo ser un punto intermedio, por que para ser uno tengo que dejar de ser el otro.
En este comentario, no entro a valorar que es mejor, puesto que me he perdido cosas por ser de una manera, y he ganado otras por seguir siendo así, pero siempre ha sido algo que me ha llamado mucho la atención y es algo que me sigue sorprendiendo como el primer día.
Y tu, ¿where is your mind?

miércoles, 9 de julio de 2008

Y prometo medir mis palabras

Alguien dijo una vez que el hombre era dueño de sus silencios, y esclavo de sus palabras, y creo que con pocas cosas puedo estar más de acuerdo. Día tras día, interaccionamos una y mil veces con muchas personas, algunas, desconocidas, a las que no podemos seguir la pista, ni medir nuestro impacto en ellas, pero la gran mayoría, son de nuestra propia familia, nuestros amigos, nuestros compañeros, gente a la que queremos y a la que no nos gustaría perjudicar en ningún momento.
Otro sabio dijo que no le gustaba dar consejos, por que si todo iba bien, no se lo agradecían, pero si las cosas iban mal, se lo hecharían en cara, con esta segunda proposición no estoy mas en de acuerdo, ya que no siempre es así, aunque no es que sea de mi agrado dar consejos.
Hace poco, hablando con un compañer@, me dijo que me estaba muy agradecid@ por las cosas que le había dicho, que había hecho lo que lo que le dije que yo haría, y que le había ido bien. Yo después de esto, le dije que no era necesario que me lo agradeciera, y que para eso están los amigos. Hasta aquí todo normal, ¿o no? Todo esto, había surgido de una conversación informal, en la que en ningún momento pude pensar, que lo que yo dijera en ese momento, podría influir en alguien como para incitarle a hacer una cosa, o disuadirle de hacer otra, y tras pensar esto, me entro una sensación extraña, algo así como - Pues menos mal que todo ha salido bien al final...
Al final llegas a la conclusión de que en mayor o menor medida, puedes influenciar con tus palabras o tus actos, a un montón de gente que tienes a tu alrededor, y lo peor de todo es que no sabes exactamente cuando y como esta pasando, y a no ser que te pidan un consejo directamente, puede que te enteres cuando todo ha pasado y ya no puedes cambiar volver a tras en lo que dijiste, y bueno, francamente, eso asusta un poco, porque, ¿y si nos equivocamos? Cuando hablamos con otras personas, ¿medimos nuestras palabras lo suficiente?, ¿pensamos en el beneficio, o perjuicio que podemos hacer a otras personas?, y ¿hasta que punto somos responsables de que alguien tome una mala decisión influenciado por nosotros?

miércoles, 2 de julio de 2008

Despues soñe que soñaba

Quizás, este sea una entrada un poco discriminatoria, por que creo que la podréis entender mejor vosotros que vosotras,jeje, y por que digo esto, pues por que quiero hablar de ese sitio en el que todos nosotros pasamos gran parte de nuestro tiempo, el mundo de las ilusiones, ese mundo pseudoonírico en el que podemos proyectarnos hacia el futuro.
Cuando hablo así, hablo al menos por mi, pero no creo que sea al primero ni al ultimo al que le hayan dicho que vive en las nubes, y que el mundo real es muy diferente a la imagen que teneis de él.
El problema es, si verdaderamente ese mundo en el que tantas veces vivimos, nos impide ver la realidad, muchas mas veces de las que pensamos nosotros. Yo creo que muchas veces, se convierte en nuestro pequeño refugio, en donde podemos pensar lo que nos plazca, actuar como queramos, y a demás, vivir las cosas como nos gustaría que fueran, pero el problema es que las cosas no son como las vivimos allí, y cuando despiertas, te has caído de la cama :)
Yo se que soy un poco soñador, y cuanto mas tiempo he pasado con una mujer, pues mas me he dado cuenta de que lo soy, y por desgracia, para muchas cosas no me ha venido bien, pero también os digo una cosa, si intentas ver el mundo no desde la ignorancia del que no se quiere dar cuenta de las cosas como son, pero si desde otra perspectiva, puede que merezca más la pena seguir en este valle de lágrimas :)